miércoles, 30 de enero de 2013

Mitos de la vida moderna: página web / Editorial Diosmío

Ya estamos sobre el pucho con la publicación del libro "Mitos de la vida moderna". Como adelanto, un gran trabajo que hizo la Editorial Diosmío con la creación de una página web al respecto.

http://mitosdelavidamoderna.wix.com/leonardobiolatto

"Mitos de la vida moderna" es un ensayo ficcional sobre la posibilidad de mitificar la vida moderna, la posibilidad de que nuestros valores y anti-valores actuales se expresen por medio de mitos, de narraciones simbólicas abiertas a las re-lecturas. Es un ejercicio divertido, irónico; y debería ser también la posibilidad de sumergirse con seriedad en el mundo que tenemos. Si el libro logra hacernos reír y hacernos pensar, entonces estará muy cerca de lograr su cometido.


martes, 29 de enero de 2013

Un vecino de Galilea que no fue a la universidad / Cuarto Domingo del Tiempo Ordinario – Ciclo C – Lc. 4, 21-30 / 03.02.13


21 Entonces comenzó a decirles: “Hoy se ha cumplido este pasaje de la Escritura que acaban de oír”. 22 Todos daban testimonio a favor de él y estaban llenos de admiración por las palabras de gracia que salían de su boca. Y decían: “¿No es este el hijo de José?”. 23 Pero él les respondió: “Sin duda ustedes me citarán el refrán: Médico, cúrate a ti mismo. Realiza también aquí, en tu patria, todo lo que hemos oído que sucedió en Cafarnaún”. 24 Después agregó: “Les aseguro que ningún profeta es bien recibido en su tierra. 25 Yo les aseguro que había muchas viudas en Israel en el tiempo de Elías, cuando durante tres años y seis meses no hubo lluvia del cielo y el hambre azotó a todo el país. 26 Sin embargo, a ninguna de ellas fue enviado Elías, sino a una viuda de Sarepta, en el país de Sidón. 27 También había muchos leprosos en Israel, en el tiempo del profeta Eliseo, pero ninguno de ellos fue curado, sino Naamán, el sirio”.28 Al oír estas palabras, todos los que estaban en la sinagoga se enfurecieron 29 y, levantándose, lo empujaron fuera de la ciudad, hasta un lugar escarpado de la colina sobre la que se levantaba la ciudad, con intención de despeñarlo. 30 Pero Jesús, pasando en medio de ellos, continuó su camino.

Pistas de exégesis (qué dice el texto)
El texto que leemos hoy es la continuación y resolución del que la liturgia católica leyó el domingo pasado (Lc 4, 14-21). Se trata del culto sinagogal sabático en Nazareth, la patria chica de Jesús. Tras leer un pasaje del libro del profeta Isaías, Jesús se identifica frente a todos los asistentes como el destinatario de las promesas mesiánicas. La palabra escrita siglos atrás halla su cumplimiento pleno en ese día eterno inaugurado por el Maestro y su mensaje del Reino. Aquella obra monumental, gigantesca, vengativa y bélica que sería la intervención definitiva de Yahvé en la historia, es resumida por un artesano de Galilea que de monumental y gigantesco no parece tener nada. De vengativo menos aún; recordemos que la cita de Isaías fue cortada en la primera parte de Is 61, 2 (cf. Lc 4, 19), omitiendo la referencia al “día de venganza de nuestro Dios” (Is 61, 2b). Y lo bélico no tiene cabida cuando se proclama un año de gracia, un año jubilar, de perdón de las deudas y libertad de los esclavos.

La inversión en la situación pagana se hace patente con dos ejemplos del Antiguo Testamento que menciona el Maestro en su argumentación. El primero, sobre Elías y la viuda, está tomado del capítulo 17 del Libro Primero de los Reyes. Elías, el profeta del yahvismo, es enviado a Sarepta (cf. 1Ry 17, 9), una ciudad fenicia ubicada cerca de Tiro y Sidón, en pleno territorio pagano. Allí ocurrirá el milagro de la harina y el aceite que nunca se acaban en la casa de la viuda, a pesar de la sequía (cf. 1Ry 17, 6), y la vuelta a la vida del hijo de la viuda por intercesión de Elías (cf. 1Ry 17, 22).
El segundo ejemplo, sobre Eliseo y Naamán, está contenido en el capítulo 5 del Libro Segundo de los Reyes. Naamán era el jefe del ejército del rey de Aram, o sea, de los arameos, enemigos acérrimos e históricos de los israelitas. Cuando este militar visita a Eliseo para conseguir la curación de su lepra, recibe la orden por parte del profeta de lavarse siete veces en el río Jordán (cf. 2Ry 5, 10). Tras hacerlo, quedó limpio de su lepra (cf. 2Ry 5, 14).
En ambos relatos, los beneficiados por los profetas realizan exclamaciones similares. La viuda, tras ver a su hijo revivido, dirá: “Ahora sé que eres un hombre de Dios, y que la palabra de Yahvé está de verdad en tu boca” (1Ry 17, 24). Naamán, tras verse curado de su enfermedad, proclamará: “Ahora conozco que no hay en toda la tierra otro Dios que el de Israel” (2Ry 5, 15). Las dos afirmaciones, surgidas desde dos paganos, son importantísimas. Elías es descubierto profeta de Yahvé en Sarepta cuando su pueblo, Israel, lo tenía exiliado. Naamán, arameo y enemigo declarado de Yahvé, lo reconoce como Dios único y verdadero por la obra del profeta.

domingo, 27 de enero de 2013

En pocos días: Mitos de la vida moderna / Editorial Diosmío

En el mito respiran y perviven las verdades más profundas. Las sociedades y las culturas, al no poder expresar con conceptos y definiciones sus sentimientos más hondos (qué se odia, qué se ama, contra qué se lucha, qué es digno, qué se permite, qué está prohibido), elaboran un mito, una explicación en forma de relato, una narración simbólica que expresa lo profundo inexpresable, pero que a la vez se abre a nuevas interpretaciones, a re-lecturas, y a una transmisión generacional que le añade nuevos significados y nuevos simbolismos.

Este libro que estamos a punto de poner en circulación junto a Editorial Diosmío es un ensayo ficcional sobre la posibilidad de mitificar la vida moderna, la posibilidad de que nuestros valores y anti-valores actuales se expresen por medio de mitos, de narraciones simbólicas abiertas a las re-lecturas. Es un ejercicio divertido, irónico; y debería ser también la posibilidad de sumergirse con seriedad en el mundo que tenemos. Si el libro logra hacernos reír y hacernos pensar, entonces estará muy cerca de lograr su cometido.

martes, 22 de enero de 2013

Hemos jubilado el jubileo / Tercer Domingo del Tiempo Ordinario – Ciclo C – Lc. 1, 1-4; 4, 14-21 / 27.01.13


1 Muchos han tratado de relatar ordenadamente los acontecimientos que se cumplieron entre nosotros, 2 tal como nos fueron transmitidos por aquellos que han sido desde el comienzo testigos oculares y servidores de la Palabra. 3 Por eso, después de informarme cuidadosamente de todo desde los orígenes, yo también he decidido escribir para ti, excelentísimo Teófilo, un relato ordenado, 4 a fin de que conozcas bien la solidez de las enseñanzas que has recibido.14 Jesús volvió a Galilea con del poder el Espíritu y su fama se extendió en toda la región. 15 Enseñaba en las sinagogas y todos lo alababan.16 Jesús fue a Nazaret, donde se había criado; el sábado entró como de costumbre en la sinagoga y se levantó para hacer la lectura. 17 Le presentaron el libro del profeta Isaías y, abriéndolo, encontró el pasaje donde estaba escrito: 18 El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha consagrado por la unción. El me envió a llevar la Buena Noticia a los pobres, a anunciar la liberación a los cautivos y la vista a los ciegos, a dar la libertad a los oprimidos 19 y proclamar un año de gracia del Señor. 20 Jesús cerró el Libro, lo devolvió al ayudante y se sentó. Todos en la sinagoga tenían los ojos fijos en él. 21 Entonces comenzó a decirles: “Hoy se ha cumplido este pasaje de la Escritura que acaban de oír”.

Pistas de exégesis (qué dice el texto)
La liturgia de este domingo nos presenta un texto compuesto por la unión de dos fragmentos que, en el Evangelio según Lucas, se encuentran separados largamente. Lc 1, 1-4 es el comienzo de toda la obra lucana (Lucas-Hechos), y Lc 4, 14-21 es el comienzo de las actividades propiamente públicas de Jesús. En el ínterin están los relatos de la infancia en los capítulos 1 y 2, el ministerio del Bautista en el capítulo 3 y las tentaciones en el desierto al comienzo del capítulo 4.
Ambos textos son programáticos, o sea, expresan el plan o proyecto que se llevará adelante. En el primer caso hallamos el programa del autor, de Lucas, quien hace a su texto una nota introductoria que sirve de clave intencional. En el segundo caso tenemos el programa pastoral de Jesús, el protagonista, quien resume la esencia de la Buena Noticia del Reino a través de un texto de Isaías. Ambos se encuentran al comienzo de sus acciones y ambos adelantan lo que se desarrollará.

La nota introductoria de Lucas es la aclaración de un historiador. En primer lugar, hace referencia a otros escritos que, aparentemente, circulan entre las comunidades cristianas. Muchos han intentado narrar ordenadamente los hechos, pero pareciese que han resultado incompletos. Por eso Lucas se ve en la responsabilidad de investigar diligentemente lo sucedido para ofrecer a Teófilo una visión completa y adecuada de la fe a la que adhiere. Por eso el tema del testimonio es fundamental en el desarrollo lucano. Ya esta perícopa afirma que una de las fuentes del autor son los testigos oculares, aquellos que hoy (y mañana sus continuadores) sufren tribulaciones para dar testimonio (cf. Lc 21, 13), aquellos que vieron al Resucitado (cf. Lc 24, 48; Hch 2, 32; Hch 3, 15; Hch 5, 32; Hch 10, 41), y que fueron enviados a ser testigos hasta los confines de la tierra (cf. Hch 1, 8; Hch 8, 25; Hch 10, 42; Hch 22, 15).

lunes, 21 de enero de 2013

Mitos de la vida moderna / Editorial Diosmío


Ya en el trabajo final, junto a Editorial Diosmío, para que vea la luz mi último libro. Por lo pronto, decir que es un libro mitológico, si se quiere, pero moderno, también si se quiere. Hoy por hoy, unir el mito a lo moderno parece ser un pecado, una mala asociación, un oximoron. Pero hay que arriesgarse, porque la vida sigue estando llena de mitos, y los seguimos creando, a pesar de que los neguemos.

Este libro fue escrito casi con la certeza de que no se publicaría, porque es muy difícil encontrar una editorial equilibrada. La mayoría de las editoriales seculares puede considerar que un libro sobre mitos modernos es muy religioso; las editoriales religiosas pueden considerar que un libro sobre mitos modernos es muy secular. Por suerte, existe Editorial Diosmío, equilibrada y arriesgada. A ellos el agradecimiento por este proceso que se inicia y quién sabe dónde terminará.

Pronto, algunas novedades más.

martes, 15 de enero de 2013

Un casamiento muy simbólico / Segundo Domingo del Tiempo Ordinario – Ciclo C – Jn. 2, 1-11 / 20.01.13


1 Tres días después se celebraron unas bodas en Caná de Galilea, y la madre de Jesús estaba allí. 2 Jesús también fue invitado con sus discípulos.3 Y como faltaba vino, la madre de Jesús le dijo: “No tienen vino”. 4 Jesús le respondió: “Mujer, ¿qué tenemos que ver nosotros? Mi hora no ha llegado todavía”. 5 Pero su madre dijo a los sirvientes: “Hagan todo lo que él les diga”. 6 Había allí seis tinajas de piedra destinadas a los ritos de purificación de los judíos, que contenían unos cien litros cada una. 7 Jesús dijo a los sirvientes: “Llenen de agua estas tinajas”. Y las llenaron hasta el borde. 8 “Saquen ahora, agregó Jesús, y lleven al encargado del banquete”. Así lo hicieron. 9 El encargado probó el agua cambiada en vino y como ignoraba su origen, aunque lo sabían los sirvientes que habían sacado el agua, llamó al esposo 10 y le dijo: “Siempre se sirve primero el buen vino y cuando todos han bebido bien, se trae el de inferior calidad. Tú, en cambio, has guardado el buen vino hasta este momento”.11 Este fue el primero de los signos de Jesús, y lo hizo en Caná de Galilea. Así manifestó su gloria, y sus discípulos creyeron en él.

Para este domingo dejo posteado el primer capítulo de un libro que anda dando vueltas, que escribí hace un tiempo, y que explora algunos milagros de Jesús. Puede que algún día se haga papel y se publique, o puede que no. De todas maneras, aquí está lo que serían algunas de las páginas iniciales.


Podemos comenzar comentando el pasaje desde su final, desde el versículo 11, cuando se enumera la conversión del agua en vino como el comienzo de los signos, o según otras traducciones, como el primero de los signos. La palabra griega que está detrás de estas traducciones es arche. El inicio del relato joánico también la posee (cf. Jn 1, 1: en el principio: en arche). Algunos exegetas consideran que su utilización en Jn 2, 11 no debería entenderse como una enumeración, como una consideración cuantitativa de los signos jesuánicos, sino en sentido cualitativo. Estaríamos hablando del signo prototípico antes que del primer signo de una lista. Lo prototípico es aquello que es modelo de lo demás, lo que resume e idealiza. El proto-tipo es el primer-molde. Así comprendidas, las bodas de Caná son la condensación de Jesús, y quedarse en la superficialidad del texto (Jesús asiste a una fiesta) sería un error grave. Si este episodio es prototípico, entonces hay un mensaje profundo y trascendental en él.
Jn 2, 1 nos da el contexto y el grueso de las claves hermenéuticas para situarnos frente al relato. La escena sucede tres días después. Pero, ¿después de qué? Aquí se nos propone una sucesión temporal que comienza en Jn 1, 29, cuando se habla del día siguiente al que Juan es interrogado por los sacerdotes y levitas. Hasta allí contabilizamos dos días. Luego, en Jn 1, 35 vuelve a mencionarse el día siguiente. Van tres. Finalmente, Jn 1, 43 habla de otro día siguiente. Ya tenemos cuatro días. Jn 2, 1 sucede tres días después de todo el capítulo 1, y se completan así siete días, en una clara evocación a la semana inicial del primer relato de la Creación en Génesis (cf. Gn 2, 3). Por lo tanto, podemos afirmar que la vida terrena de Jesús será una re-creación, un re-comienzo de la historia.
Pero la significación de los tres días no se queda allí. El capítulo 19 del Éxodo relata la llegada de Israel al monte Sinaí (cf. Ex 19, 1), el monte de la alianza con Dios. Yahvé dice a Moisés lo siguiente: “Ve al pueblo  y que se purifiquen hoy y mañana; que  laven sus vestidos y estén preparados para el tercer día; porque el tercer día descenderá Yahvé sobre el monte Sinaí a la vista de todo el pueblo” (Ex 19, 10-11). El tercer día es, entonces, la manifestación gloriosa de Dios frente a su pueblo para realizar la alianza, que será expresada en los mandamientos del capítulo 20 del Éxodo. Por lo tanto, también podemos afirmar que la vida de Jesús es la manifestación de la gloria de Yahvé que quiere hacer alianza con las gentes. El tópico es retomado al final del episodio de las bodas, cuando Juan especifica que con la conversión del agua en vino el Maestro “manifestó su gloria” (Jn 2, 11).
Por último, los tres días son también la anticipación del tercer día pascual, cuando el Crucificado es levantado de entre los muertos (cf. Jn 2, 19.21-22). Podemos agregar a las afirmaciones anteriores que la vida de Jesús, su re-creación y la manifestación de la gloria de Dios, sólo se entienden desde el episodio pascual.

martes, 8 de enero de 2013

Descubrirse Hijo de Dios / Bautismo del Señor – Ciclo C – Lc 3, 15-16.21-22 / 13.01.13


5 Como el pueblo estaba a la expectativa y todos se preguntaban si Juan no sería el Mesías, 16 él tomó la palabra y les dijo: “Yo los bautizo con agua, pero viene uno que es más poderoso que yo, y yo ni siquiera soy digno de desatar la correa de sus sandalias; él los bautizará en el Espíritu Santo y en el fuego”.21 Todo el pueblo se hacía bautizar, y también fue bautizado Jesús. Y mientras estaba orando, se abrió el cielo 22 y el Espíritu Santo descendió sobre él en forma corporal, como una paloma. Se oyó entonces una voz del cielo: “Tú eres mi Hijo muy querido, en quien tengo puesta toda mi predilección”.

Pistas de exégesis (qué dice el texto)
El acontecimiento (Jesús bautizado por Juan) es uno de los más atestiguados por la cuádruple tradición evangélica. Esto representa un dato no menor. Pocos hechos de la vida de Jesús tienen tanto sostén histórico. El primero en narrarlo fue Marcos, alrededor del año 70 d.C., y la cita es Mc 1, 9-11; se trata del relato más breve de los Evangelios Sinópticos. Luego lo pusieron por escrito Mateo y Lucas, más de una década después, y cada uno le dio su impronta.
El problema teológico de la escena era la relación entre el Bautista y Jesús: ¿quién era verdaderamente el Mesías?, ¿por qué el Mesías se bautizaría con alguien supuestamente menor que Él?, ¿qué papel queda para Juan en el plan de salvación?. Mt. 3, 13-17 lo soluciona añadiendo un diálogo entre los protagonistas (Mt 3, 14-15), donde el Bautista se resiste a bautizar a Jesús, pero éste insiste argumentando que es preciso cumplir con toda justicia. Lucas avanza un poco más y, en sus primeros dos capítulos, presenta en un díptico las concepciones, nacimientos y circuncisiones del Bautista y de Jesús, dejando bien en claro que el primero está subordinado al segundo desde siempre. El relato lucano del bautismo también tiene sus improntas, pero eso lo veremos más adelante. Finalmente, sobre los albores del siglo II, el Evangelio según Juan habrá eliminado la escena del bautismo para mencionarla de pasada en labios del Bautista, quien asegura haber visto cómo el Espíritu de Dios bajaba y se posaba sobre Jesús (cf. Jn 1, 32-34).

lunes, 7 de enero de 2013

La epifanía a varias voces / Xabier Pikaza complementando a U. Luz y Benedicto XVI

Con gusto, dejo el link al blog de Xabier Pikaza, quien amablemente ha insertado mi comentario a la Fiesta de la Epifanía en uno de sus posteos. Siempre es un gusto y un honor compartir espacio web con tamaño maestro de la Biblia y la Teología. En este post epifánico, si se permite el término, Xabier complementa el comentario que han hecho U. Luz y Benedicto XVI a la escena mateana de los Magos de Oriente.
Un abrazo grande para él, y una invitación a recorrer su blog detenidamente, con tiempo, para disfrutarlo y saborearlo sin perder bocado.

http://blogs.periodistadigital.com/xpikaza.php/2013/01/05/magos-3-epifania-algo-que-u-luz-y-benedi


miércoles, 2 de enero de 2013

La subversión de los extranjeros / Fiesta de la Epifanía del Señor – Ciclo C – Mt 2 , 1-12 / 06.01.13


1 Cuando nació Jesús, en Belén de Judea, bajo el reinado de Herodes, unos magos de Oriente se presentaron en Jerusalén 2 y preguntaron: “¿Dónde está el rey de los judíos que acaba de nacer? Porque vimos su estrella en Oriente y hemos venido a adorarlo”. 3 Al enterarse, el rey Herodes quedó desconcertado y con él toda Jerusalén. 4 Entonces reunió a todos los sumos sacerdotes y a los escribas del pueblo, para preguntarles en qué lugar debía nacer el Mesías. 5 “En Belén de Judea, le respondieron, porque así está escrito por el Profeta: 6 Y tú, Belén, tierra de Judá, ciertamente no eres la menor entre las principales ciudades de Judá, porque de ti surgirá un jefe que será el Pastor de mi pueblo, Israel”. 7 Herodes mandó llamar secretamente a los magos y después de averiguar con precisión la fecha en que había aparecido la estrella, 8 los envió a Belén, diciéndoles: “Vayan e infórmense cuidadosamente acerca del niño, y cuando lo hayan encontrado, avísenme para que yo también vaya a rendirle homenaje”.9 Después de oír al rey, ellos partieron. La estrella que habían visto en Oriente los precedía, hasta que se detuvo en el lugar donde estaba el niño. 10 Cuando vieron la estrella se llenaron de alegría, 11 y al entrar en la casa, encontraron al niño con María, su madre, y postrándose, le rindieron homenaje. Luego, abriendo sus cofres, le ofrecieron dones: oro, incienso y mirra. 12 Y como recibieron en sueños la advertencia de no regresar al palacio de Herodes, volvieron a su tierra por otro camino.

Pistas de exégesis (qué dice el texto)
La fiesta de hoy es llamada epifanía, que en griego significa manifestación. El término, en el uso literario griego, podía caber en dos ámbitos: el secular y el religioso. Para lo secular, designaba una llegada, una venida, o mejor dicho, un ingreso. Cuando una figura política importante (rey, emperador, embajador) ingresaba a una ciudad y se realizaba el acto solemne de la procesión, con pompa y lujos, ese evento era una epifanía. Digamos que se ponía de manifiesto la entrada de alguien de renombre. En el ámbito religioso, donde hallamos la otra acepción, sí podemos hablar de una manifestación divina, como un hecho sobrenatural, de origen celestial, que actuaba, generalmente, a favor de los seres humanos. Era epifanía el evento de la intervención divina que daba a conocer las obras particulares de los dioses para con los hombres. El cristianismo adoptó las dos acepciones para vincularlas a Jesús. 2Tim 1, 10 es un pasaje que habla de la “manifestación de nuestro Salvador Cristo Jesús”.
Dios encarnado es un ingreso y una manifestación en sí misma, es la entrada triunfal (paradójicamente, por la puerta de atrás de la historia) y la mano divina que socorre.

Como el significado de la epifanía es muy amplio para condensarlo en un solo acontecimiento o en una sola fecha, la Iglesia primitiva interpretó que tres eran las escenas evangélicas dignas de ser contempladas bajo el arco epifánico. Una de ellas es el relato de los magos de Oriente. La segunda escena es el bautismo de Jesús en el Jordán, que litúrgicamente se celebra el domingo posterior a la Fiesta de la Epifanía. Y la tercera escena es la que el Evangelio según Juan tiene al comienzo de su capítulo 2, las bodas de Caná, que en este Ciclo C se lee a continuación del domingo del bautismo del Señor.