Y como algunos, hablando del Templo, decían que estaba adornado con hermosas piedras y ofrendas votivas, Jesús dijo: “De todo lo que ustedes contemplan, un día no quedará piedra sobre piedra: todo será destruido”. Ellos le preguntaron: “Maestro, ¿cuándo tendrá lugar esto, y cuál será la señal de que va a suceder?”.Jesús respondió: “Tengan cuidado, no se dejen engañar, porque muchos se presentarán en mi Nombre, diciendo: 'Soy yo', y también: 'El tiempo está cerca'. No los sigan. Cuando oigan hablar de guerras y revoluciones no se alarmen; es necesario que esto ocurra antes, pero no llegará tan pronto el fin”. Después les dijo: “Se levantará nación contra nación y reino contra reino. Habrá grandes terremotos; peste y hambre en muchas partes; se verán también fenómenos aterradores y grandes señales en el cielo. Pero antes de todo eso, los detendrán, los perseguirán, los entregarán a las sinagogas y serán encarcelados; los llevarán ante reyes y gobernadores a causa de mi Nombre, y esto les sucederá para que puedan dar testimonio de mí. Tengan bien presente que no deberán preparar su defensa, porque yo mismo les daré una elocuencia y una sabiduría que ninguno de sus adversarios podrá resistir ni contradecir. Serán entregados hasta por sus propios padres y hermanos, por sus parientes y amigos; y a muchos de ustedes los matarán. Serán odiados por todos a causa de mi Nombre. Pero ni siquiera un cabello se les caerá de la cabeza. Gracias a la constancia salvarán sus vidas”.
Como ocurre en cada final de los ciclos litúrgicos, nos concentramos en las
palabras más apocalípticas de Jesús. Los estudiosos llaman apocalipsis sinóptico a los textos conservados por Marcos, Mateo y
Lucas como discurso del Señor sobre los últimos tiempos. En Marcos lo
encontramos en su capítulo 13, en Mateo en el capítulo 24 y en Lucas en el
capítulo 21. De cualquiera de las tres maneras, nos hallamos en la sección
final de la vida narrada del Maestro. Por lo tanto, este texto no puede entenderse
sin todos los capítulos previos de cada Evangelio. Es imposible interpretar las
frases de este Jesús apocalíptico sin tener en cuenta el mensaje total
jesuánico. Porque, convengamos, la primera impresión al tomar estas perícopas
es que ha sido un rejunte de sentencias, más o menos históricas, sin demasiado
nexo entre sí. Algunos biblistas postulan como teoría la existencia, anterior a
Marcos, de un panfleto elaborado por grupos entusiastas del regreso inminente
de Jesús. Este panfleto, probablemente redactado entre los años 40 y 60 d.C.,
habría sido tomado por Marcos, quien le produciría modificaciones propias de su
teología. Mateo y Lucas adaptarían para sus libros la adaptación marquiana. En
estos sucesivos pasajes, cada uno elegiría lo conveniente y agregaría lo
necesario para su época y su comunidad.